El Monumento Ya Existe
La Montaña de Tindaya en Fuerteventura, es una de las más antiguas de las Islas Canarias.
Está formada fundamentalmente por traquita, siendo la única en todo el Archipiélago. Por eso es blanca y resplandece bajo los rayos del sol.
Por su forma piramidal, altitud y por el llano que la rodea, resulta igualmente peculiar.
La población aborigen tuvo en cuenta estas características físicas para sacralizarla, grabando en ella cerca de 300 siluetas de huellas de pies humanos orientadas al solsticio de invierno.
Es el mayor yacimiento rupestre del mundo de esta tipología. Se trata, pues, de una Montaña Sagrada.
La población desarrolló cultos en ella, quemando alimentos, disponiendo piedras hincadas y enterrando a algunas personas fallecidas.
En la base se localizan otros importantes yacimientos arqueológicos de antiguos poblamientos así como en su entorno, cuya presencia se explica por su relación con la montaña, orientándose hacia ella.
Por sus valores naturales, la montaña está declarada Monumento Natural, además de Área de Sensibilidad Ecológica y Zona de Protección Especial para Aves.
Por sus valores arqueológicos debería estar declarada Bien de Interés Cultural, pero el Cabildo de Fuerteventura y el Gobierno de Canarias solo han declarado la cima, un trozo de tierra flotando en el aire.